Tramo 10
Tramo 10
La soledad y la quietud de estas caóticas montañas, imponentes cráteres y profundas calderas es absoluta y durante el día, la vida pareciera inexistente si no fuera por la presencia de líquenes tapizando las rocas y añadiendo un cromatismo nuevo a la negrura de la lava. De noche en cambio, una horda de millones de insectos pulula entre las piedras en busca del maná alimenticio formado por la materia orgánica transportada por el viento. //
Al no haber depósitos de tierra casi no crecen plantas, salvo en algunos lugares donde se acumula un polvo amarillento cuyo origen está en las lejanas tormentas de arena del Sahara que ocasionalmente enturbian la atmósfera sobre Timanfaya, provocando una lluvia de partículas que cubre el suelo con una capa de hasta 2 kg de polvo por metro cuadrado
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